En el pasado, los fideicomisos extranjeros se consideraban a veces un instrumento para que los muy ricos ocultaran sus activos en el extranjero. En realidad, un fideicomiso extranjero puede ser una forma legal e inteligente de proteger mejor sus activos, diversificar sus posesiones y mantener a las generaciones futuras.
Conozca más a fondo las particularidades de un fideicomiso extranjero y sus seis ventajas específicas.
¿Qué es un fideicomiso extranjero?
Un fideicomiso es una estructura en la que se transfieren activos. La persona que deposita los activos en el fideicomiso se conoce como el fideicomitente, y la persona que ahora se encarga de gestionar esos activos se conoce como el fideicomisario. Si un tercero recibe en el futuro alguno de los activos o beneficios financieros, se le conoce como beneficiario.
Un fideicomiso extranjero funciona exactamente igual que un fideicomiso nacional, pero está situado en un país extranjero. Significa que los activos no sólo están separados del otorgante, sino también en una ubicación extraterritorial.
1. Distanciarse de determinados activos
Una de las razones para establecer un fideicomiso extranjero es separarse de algunos o todos sus activos. Por multitud de razones, muchas personas no quieren estar legalmente vinculadas a sus bienes.
En lugar de intentar vender estos activos, los particulares pueden simplemente trasladarlos a un fideicomiso extranjero. Una vez en el fideicomiso, estos bienes ya no son propiedad del otorgante ni están bajo su control directo. Sin embargo, puede establecer un fideicomiso extranjero con directrices específicas de intención para garantizar que los activos se gestionen como usted considere oportuno en el futuro.
2. Proteger los activos de la quiebra
Sólo en Estados Unidos suele haber cada año más de un millón de casos de quiebras declaradas formalmente. Las quiebras pueden ser de particulares o de empresas enteras. Mucha gente se estremece ante esta palabra, pero la quiebra no siempre significa fracaso. En cambio, puede ser un momento para reestructurar, hacer frente a las deudas o explorar nuevas oportunidades de crecimiento.
Sin embargo, muchos particulares y empresas desean proteger determinados activos en caso de una posible quiebra. Una vez que los activos están en un fideicomiso extranjero, ya no están a su nombre. Por lo tanto, tampoco pueden seguir formando parte de ningún procedimiento concursal.
3. Retirar activos de la jurisdicción nacional
La gestión del riesgo debe ser siempre un punto central de cualquier estrategia financiera. Aunque a nadie le gusta pensar en la posibilidad de que le congelen los activos o de tener que enfrentarse a un divorcio, estos sucesos ocurren.
Mientras sus activos estén a su nombre y se mantengan dentro de estructuras de inversión nacionales, pueden ser embargados o sancionados. Para evitar que esto ocurra, un fideicomiso extranjero puede ser beneficioso. Como sus bienes no están a su nombre ni bajo jurisdicción local, también están fuera del alcance de quienes quieran embargarlos.
4. Reducir la fiscalidad
Trasladar activos a un fideicomiso extranjero significa que ahora están sujetos a leyes fiscales extranjeras. Aunque los trusts pueden y suelen tener que pagar impuestos por su zona, éstos pueden ser mucho menos caros que los tipos impositivos a los que usted está acostumbrado. Por eso es importante elegir con cuidado el destino de su fideicomiso en el extranjero. No tendría sentido, por ejemplo, establecer un fideicomiso extranjero en una jurisdicción con tipos impositivos más altos que los de su propio país de origen.
Tenga en cuenta que los tipos del impuesto sobre la renta no son esenciales para su cálculo. En su lugar, habrá que tener en cuenta los impuestos sobre las plusvalías y los que gravan a los inversores extranjeros. En algunos países, como Belice, pueden ser insignificantes o incluso inexistentes.
5. Comenzar la planificación patrimonial
Nunca es demasiado pronto para empezar a pensar en la planificación del patrimonio. Para muchas personas, el objetivo general es disponer de activos reservados específicamente para las personas dependientes. Tanto si presta ayuda económica a su cónyuge, a sus hijos o incluso a una organización benéfica, querrá minimizar la erosión de esos activos. Incluso cuando usted ya no esté, es importante garantizar la estabilidad de sus seres queridos.
Depositar activos en un fideicomiso extranjero significa nombrar a un fideicomisario que cumpla sus deseos para el futuro. Esto puede incluir, entre otras cosas, la asignación de activos a seres queridos en momentos concretos de sus vidas.
6. Tranquilidad
Por encima de todo, establecer un fideicomiso extranjero puede darle tranquilidad. Siempre hay riesgos, especialmente con las inversiones. Ninguna opción financiera puede ser 100% acertada. No obstante, la elección de determinadas estructuras de inversión puede aumentar sus posibilidades de estabilidad financiera.
Cuando deposita activos en un fideicomiso extranjero, dejan de estar bajo su control. Su fideicomisario es responsable de supervisar y cuidar los activos y de cumplir sus deseos. Esto puede liberar mucho de su tiempo y eliminar muchas preocupaciones. Disfrutará de una mayor tranquilidad sobre el futuro y sobre la estabilidad financiera de sus seres queridos.
Constitución de un fideicomiso extranjero
Incluso después de haber decidido establecer un fideicomiso extranjero, saber cómo empezar puede ser un reto. No existe una forma rápida o gratuita de constituir un fideicomiso extranjero.
Es importante tener cuidado a la hora de establecer un fideicomiso, porque hay que estar seguro de que los activos que contiene están protegidos y debidamente asignados. También tendrá que nombrar a un fideicomisario que supervise el fideicomiso en el futuro.
Es posible que también quiera pensar qué activos pertenecen a su fideicomiso extranjero. Un fideicomiso puede contener cualquier cosa, desde efectivo y acciones hasta bienes inmuebles. Por último, elija un lugar en el extranjero que ofrezca bajos tipos impositivos y la privacidad que necesita.
Está claro que un fideicomiso extranjero ofrece una amplia gama de ventajas. El fideicomiso adecuado puede aportarle tranquilidad y una mayor estabilidad financiera, tanto a usted como a sus seres queridos.
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